¡Uy! Qué poco nos queda para acabar… Por supuesto, una lengua construida siempre podrá retocarse de un modo u otro; crear palabras y expresiones es una labor interminable. Pero tras el paso que vamos a dar a continuación, por fin podremos decir que hemos construido una lengua de pies a cabeza. ¿Y de qué paso se trata? De la sintaxis, o sea, del orden de las palabras en las oraciones.
Las palabras no pueden ocupar el lugar que les dé la gana dentro de una oración. Antes de nada deben agruparse en sintagmas, que son las unidades básicas con las que se construyen las oraciones. Veamos el siguiente ejemplo:
«El coche rojo ha ganado la primera carrera»
Esta oración está compuesta por tres sintagmas. El primero («el coche rojo») cumple con la función de sujeto; el segundo («ha ganado») hace de verbo; y el tercero («la primera carrera») es el objeto o complemento directo.
Los sintagmas se componen de un núcleo —la palabra principal, normalmente un sustantivo o un verbo— y de modificadores, que son la corte de palabras que acompañan al núcleo, como los adjetivos o los determinantes. Sabiendo esto, lo que te toca ahora es decidir en qué orden van a aparecer los núcleos y los modificadores en los sintagmas de tu lengua. En español, por ejemplo, los adjetivos suelen aparecer detrás de los sustantivos, pero en inglés es al revés. Por otro lado, tanto en español como en inglés los verbos auxiliares aparecen antes del verbo principal, como en «ha ganado», mientras que en euskera sucede al revés.
Una vez decidido esto, ya solo te queda dar el último de los últimos pasos: elegir el orden de los sintagmas en tus oraciones. Algo bastante sencillo porque solo tienes seis alternativas (ordenadas según sean más o menos comunes entre las lenguas naturales):
- SOV: en una oración SOV el sujeto (S) ocupa el primer lugar, después el objeto (O) y finalmente el verbo (V). Un ejemplo de una oración construida de este modo sería: «Laura a David acompaña».
- SVO: el español, el inglés y la mayoría de las lenguas indoeuropeas siguen este orden: «Laura acompaña a David».
- VSO: el árabe clásico tenía este orden: «acompaña Laura a David».
- VOS: este orden, junto con los dos que restan, apenas tienen presencia entre las lenguas naturales: «acompaña a David Laura».
- OVS: «a David acompaña Laura».
- OSV: «a David Laura acompaña».
Y colorín colorado. Con todos estos pasos que te he contado tienes material suficiente para comenzar a construir tu primera lengua. No obstante, solo han sido unas sencillas indicaciones para ir tirando. La lingüística es una ciencia muchísimo más compleja donde puedes encontrar infinidad de recursos para enriquecer tu obra. Quizás quieras adoptar sonidos verdaderamente exóticos, o puede que desees que tu lengua evolucione como lo hiciera el latín hasta convertirse en español. Si es así, te recomiendo que sigas investigando. Tanto en Internet como en las bibliotecas puedes encontrar mucha información. Aunque por supuesto, te invito a que sigas este blog y que leas Cómo crear una lengua, que son la caña.