Como sabrás, utilizamos las conjunciones para unir oraciones, sintagmas y palabras. Se pueden dividir en dos grupos, el de los coordinantes, y el de los subordinantes:

• Coordinantes: este primer grupo de conjunciones enlazan unidades lingüísticas con el mismo protagonismo dentro de la oración. Por ejemplo, en «Marta y Juan pasean», la conjunción «y» es coordinante porque la oración seguiría significando lo mismo aunque invirtiéramos sus unidades: «Juan y Marta pasean». También son coordinantes «o», «ni» o «es decir».
• Subordinantes: enlazan unidades desiguales y que, por lo tanto, no se pueden intercambiar. Si en la oración «es imposible que pierdas» intercambiamos sus unidades enlazadas, el resultado sería este estupendo galimatías: «pierdas que es imposible». Otras subordinantes son «cuando», «porque» o «para».

Las conjunciones son fundamentales para poder expresar ideas complejas y con numerosos conceptos en una misma oración, como en el siguiente ejemplo:

«Rosa le dijo a José que no sabía si Sara y Francisco fueron al cine o al restaurante»

Hasta hace poco se creía que esta capacidad para alargar las oraciones indefinidamente era una de las claves del lenguaje humano, de modo que hasta hace poco te habría dicho que sí, que crearas unas cuantas conjunciones porque de lo contrario no podrías disponer de un lenguaje humano en condiciones.

Pero es que hace poco se produjo un seísmo lingüístico que se salió de la escala Richter cuando se descubrió a los pirahã, una tribu aislada en lo más profundo del Amazonas. Según parece, en el pasado era una tribu numerosa y muy extendida, pero conforme su hábitat se fue encogiendo por la competencia de los occidentales, su cultura y su lengua se fueron simplificando de un modo asombroso. En la actualidad, el idioma pirahã carece de números, no distingue el singular del plural, todas sus oraciones están construidas en presente, y… no es capaz de alargar sus oraciones indefinidamente. Reconozco que no sé si el pirahã tiene o no alguna conjunción, pero es evidente que no puede tener muchas.

Esto te lo digo por si te gusta experimentar. Puede que hayas creado una cultura muy primitiva y aislada. En tal caso, podrías atreverte con una lengua sin conjunciones, a ver qué tal te sale.