Los dos idiomas que más préstamos dieron a la lengua erenna (por fin mi lengua tiene nombre) fueron la lengua S y el latín (aquí podéis ver un resumen de la historia de la isla de Laruōn, que igualmente pude al fin bautizarla). La primera ejerció una notable influencia en los últimos siglos antes de Cristo, mientras que la influencia del latín se centró en los primeros siglos después de Cristo.
Los préstamos no se adoptan al buen tuntún, sino que estos obedecen una serie de pautas. En primer lugar, las lenguas toman principalmente aquellas palabras extranjeras que no existen en su propio vocabulario. Por ejemplo, cuando los españoles conquistaron América, carecían de términos apropiados para la abundante flora y fauna del continente, por lo que adoptaron préstamos como «tomate», «coyote», «patata» o «tabaco». Otro motivo es el prestigio que pueda tener una lengua, pues términos y expresiones de una lengua de éxito pueden desplazar a otros que ya existen en una lengua con menos glamour. Es el caso del anglicismo spoiler, que ha desplazado en las nuevas generaciones a lo que en mis tiempos se conocía como «destripar una película».
Por último, hay que tener muy en cuenta cómo los fonemas de las palabras extranjeras se transforman en los fonemas propios de la lengua de adopción. Este es un tema espinoso que describo con detalle en mi libro Cómo crear una lengua, aunque a continuación os mostraré al menos cómo los sonidos de la lengua S y del latín pasaron al erenna.
Así pues, lo primero que voy a decidir son los campos semánticos principales de los que provendrán la mayoría de los préstamos de la lengua S:
- Política: los eredan (el pueblo que habla erenna) vivían en sociedades tribales cuando entraron en contacto con el civilizado pueblo C (el hablante de la lengua S; pido disculpas por el posible lío que estos términos puedan causar). Este pueblo era más avanzado, y disponía de los siguientes términos que se tomaron prestados: «rey», «gobierno» y «bastón de mando» (un símbolo equiparable a la corona en Europa).
- Religión: en su origen, la religión de los eredan era esencialmente animista, aunque poco a poco se fue fusionando con la del pueblo C, que giraba en torno a dioses identificados con cuerpos celestes y a la construcción de templos y observatorios. Así, la lengua erenna tomó prestados términos como «sacerdocio», «templo» o «dios».
- Topónimos: el pueblo C no construyó grandes ciudades, aunque en el extremo sureste de Ereōn (región que a su vez se encuentra al sureste de Laruōn) edificaron un enorme templo en forma de pirámide octogonal y con una escalinata que la ascendía en espiral. A esta gran construcción la llamaron «cima donde se toman decisiones» o, para abreviar, «cima-decisión». Otros lugares de importancia fueron «camino despejado» y «valle del manantial».
A continuación, elijo los campos semánticos de los que vendrán los préstamos latinos:
- Números: el sistema numérico original de todos los pueblos de Laruōn es de base cinco. Sin embargo, por la influencia de Roma, cuya cultura matemática era superior, los eredan adoptaron la numeración de base diez y, en consecuencia, los nombres del resto de números del latín: «seis», «siete», «ocho», «nueve» y «diez».
- Navegación: a pesar de que los primeros pobladores de Laruōn llegaron por mar, las técnicas de navegación de los eredan y del pueblo C eran poco sofisticadas. Sin embargo, de los romanos aprendieron a construir grandes navíos y a navegarlos. Del latín provienen términos como «barco», «vela» y «navegación».
- Economía: el «dinero» fue una de las muchas novedades que importaron los romanos al mundo de los eredan.
- Animales y plantas domésticos: el «perro» y el «caballo» fueron dos animales desconocidos por los eredan hasta la llegada de los romanos, así como numerosos cultivos como el «olivo» y el «ajo».
Una vez hecho esto, toca decidir en qué fonemas del erenna se van a transformar los fonemas de la lengua S y del latín. En este caso, esta tarea será bastante fácil debido a la similitud de los sistemas fonológicos de las tres lenguas.
- Tanto el latín como la lengua S tienen la tríada de oclusivas sonoras /b/, /d/ y /g/, fonemas que a los eredan les sonaban a /β/, /ð/ y /ɣ/.
- Cuando los hablantes de la lengua S pronunciaban las aspiradas /pʰ/, /tʰ/ y /kʰ/, a los eredan les sonaban a /p/, /t/ y /k/.
- Las sibilantes /ʃ/ y /ʧ/ de la lengua S, sonaban ambas a /s/ a oídos de los eredan.
- La /h/ de la lengua S se convertía en /x/ para los eredan.
- La /f/ del latín se convertía en /ɸ/ en la lengua erenna.
- Los fonemas /j/, /w/ y /r/, que habían desaparecido en la evolución del erenna, se volvieron a aceptar, aunque con restricciones: los fonemas /j/ y /w/ solo podían aparecer al inicio de palabra, mientras que /r/ no podía aparecer entre vocales, salvo una única excepción que veremos a continuación.
Y como paso final, voy a crear las palabras necesarias de la lengua S, coger de un diccionario español-latín las que necesito del latín, y las adaptaré a la fonología del erenna:
- Rey: de la raíz «jan» (conducción, guía), convertido al género aumentativo/apreciativo «jawn» → pasó a la lengua S como «jon» → y al erenna como «ion».
- Gobierno: de las raíces «kař» (roca) y «mař» (comprensión, entendimiento), debido a que los gobernantes tenían por costumbre alzarse sobre una roca para emitir sus juicios. En erenna pasó como «cařma».
- Bastón de mando: de las raíces «teh» (recto, bueno) y «ura» (palo) → «tewra» → «dola» (/do.lä/) → «dola» (/ðo̞.lä/).
- Sacerdocio: de las raíces «les» (protección) y «was» (humo, nube), pues los sacerdotes antiguos creían leer la voluntad divina en las formas del humo. En erenna se convirtió en «lesba».
- Templo: de las raíces «thel» (acercamiento, unión) y «et» (comienzo, principio), produciendo un significado oscuro que podría querer decir «unión con el principio (entiéndase «lo divino»)», o «primer paso hacia la unión (con lo divino)». En lengua S se convirtió en «teled» y en erenna «teleħ».
- Dios: de la raíz «laj» (rayo de sol) y del género aumentativo/apreciativo → «lawj» → pasó a la lengua S como «loj» → y al erenna como «loi».
- Cima-decisión: de las raíces «al» (decisión) y «řah» (cima) → en la lengua S se convirtió en «Ařřa» o /ä.rːä/ → en erenna seguramente la mayoría de la gente la pronunciaba /ä.ɾä/, sin embargo, el prestigio de aquel templo era tal que la élite culta de los eredan intentó conservar de algún modo aquella pronunciación con la grafía «Arřa». Este lugar cobró tal importancia que los eredan identificaban con su gentilicio a los miembros del pueblo C, es decir, los llamaban d’arřān (adelanto que el prefijo «d’» es una de las muchas marcas del plural en erenna).
- Camino despejado: de las raíces «tal» (camino) y «san» (vacío, despejado) → en la lengua S o arřān se convirtió en «Dalshan» o /däl.ʃän/ → y en erenna pasó a ser «Dalsan» o /ðäl.sän/.
- Valle del manantial: de las raíces «tiř» (manantial) y «eni» (valle) → en arřān se transformó en «Diřeni» o /di.rɛ.ni/ → en erenna se convirtió en «Direni» o /ði.ɾe̞.ni/.
Con los latinismos será más sencillo. No obstante, como no puede decirse que domine el latín, es posible que cometa errores. Una peculiaridad de estos préstamos es que la mayoría se convirtieron al género masculino, lo que suponía una especie de reconocimiento implícito a la superioridad del latín, puesto que en la cultura patriarcal de los eredan el género masculino estaba especialmente valorado:
- Seis, siete, ocho, nueve, diez: «sex», «septem», «octo», «novem» y «decem» → «sega», «seħta», «oxta», «noba» y «decen».
- Barco: «navis» → «naba».
- Vela: «velum» → «uela».
- Navegación: «cursus» (rumbo) → «cuřsa».
- Dinero: «as» (moneda de alto valor) → «asa».
- Perro: «canis» → «cana». Cabe destacar la existencia del sinónimo «uarſen» (de la onomatopeya del ladrido del perro «uar, uar»). El latinismo es utilizado como cultismo, y en la forma de adjetivo («canada») se utiliza como sinónimo de «fiel» (a semejanza de la fidelidad de los perros hacia sus amos), mientras que uarſen es de origen popular y despectivo. Se usa también como insulto con el significado de «ruidoso» y «maloliente».
- Caballo: «equus» → «ecua».
- Olivo: «oliva» → «oleba».
- Ajo: «alium» → «allu».
Cómo crear una lengua, Editorial Berenice.
El tema fonológico, es verdad que la tendencia es a la adaptación al sistema fonológico del receptor, aunque hay más de una excepción; a veces incluso se daban dobletes, como en el caso de los préstamos del griego en el latín, entrando por la vía escrita o la oral. También se dan extranjerismos no adaptados. El papel de los xenismos es crucial en la adopción de vocablos por glamour:
https://es.wikipedia.org/wiki/Pr%C3%A9stamo_ling%C3%BC%C3%ADstico
En el caso de la lengua erenna, veo que no dista mucho fonológicamente del griego o el latín; lo cual las hace muy adaptables, sin apenas modificaciones. Sería interesante abordarlo desde la influencia de una lengua más alejada; el fenicio, el celta o el íbero quizá. Las palabras son bonitas.
Un estupendo análisis fonológico y de lingüística histórica, acompañado de las pertinentes referencias culturales.
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En el caso del pantakakiano, su historia ficticia ha determinado diversos elementos trampa para hacer verosímil su evolución. Empezando porque la lengua se plantea como algo que llega con el origen de los tiempos y, con ella, su relación con la escritura desde lo semi mítico. La lengua es algo que llega por medio de la magia como elemento cultural inspirado desde el multiverso. Con lo que se permite jugar con el punto de partida en un número de letras concreto para dar multitud de fonemas, de manera que los sonidos básicos estén por un lado, pero otros se den por la combinatoria de fonemas en cuanto a orden, pese a haber restricciones como un sonido «L.L.» o «nh» que no suene como «ñ» o que los grupos de varias consonantes seguidas puedan ser difíciles de pronunciar en ciertos casos; sin olvidar la justificación de la importancia de la ortografía con su papel en la magia y en la burocracia, aunque el resultado fonético fuera el mismo. Y algunos aislados, que sólo se encuentran en esa escritura en un determinado nombre. También está el hecho de que las fuentes de préstamos fundamentales son las onomatopeyas y los préstamos traídos por los turlët de un modo u otro; criaturas que mantienen la obsesión por los préstamos cortos, de unas tres sílabas en lo estándar, para una comunicación cómoda, pero la magia les dota de habilidades, imperfectas, falibles, pero habilidades al fin y al cabo, de manejo y aprendizaje de lenguas a un nivel que ni C3PO; de modo que se rompe con muchas de las limitaciones del filtro de la fonología de la lengua en cuestión. El tercer elemento que afecta considerablemente a la cronología es la licencia del hechizo universal en Pantakakistos. Tal hechizo imperfecto, permite que las culturas se diversifiquen y los cambios grandes sean limitados al mismo tiempo, además de hacer que la gente maneje y sepa esa lengua, pero su velocidad de procesamiento de la información se vea mermada por los conocimientos específicos de cada uno de las variedades que mejor conoce y que más fácilmente logra entender; de modo que en millones de años lo estándar apenas cambie y se analicen evoluciones de siglos y milenios en decenas de miles o en millones de años.
En el caso de tu ideolengua, el resultado es muy realista y eso es un enfoque alternativo interesante y enriquecedor.
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